En mi experiencia como terapeuta, me he dado cuenta del significado que contiene nuestra responsabilidad como” Agentes de cambio” como Consultores; lo que implica un compromiso único e indispensable para llevar a cabo, únicamente por medio de la vocación. La vocación como aquello que se encuentra en el ADN de todos los que amamos lo que hacemos.
Se trata del encuentro personal entre el terapeuta y el consultante, este nuevo circulo de confianza que se construye. Muchos maestros y sabios que dejaron huellas durante mi carrera y mi historia, huellas en mí para poder decir que: - amo lo que hago! Y con la intención de poder ayudarte…ojalá así sea!
La magia existe, y se produce (entre otras cosas) en el encuentro de dos personas dentro de una relación terapéutica, llamada Counseling, todo se origina sin saber lo que va a ocurrir…y esto es lo maravilloso.
Personas que llegan, porque han perdido seres amados y sienten un vacio irreparable, otras con ganas de encontrar tan sólo alguien que los escuche sin sentirse juzgados (algo difícil en el momento social que vivimos) pero certero desde nuestra perspectiva de Consultores Psicológicos; con ansias de cambiar lo que duele, la mirada de las cosas, las interpretaciones de los hechos, brindar diferentes perspectivas o caminos en donde las personas que consultan puedan caminar desarrollando sus potencialidades…porque todo forma parte del crecimiento de todas y cada una de las personas que habitamos la tierra!
Merecemos conocernos y recién ahí poder sentirnos libres; para brindar lo mejor de nosotros, porque la vida no se acaba hasta que uno muere, las posibilidades de vivirla son infinitas, y todos tenemos derecho a sentir felicidad, alegría y por sobre todas las cosas paz con uno mismo y con quienes nos rodean…no es tarea difícil, sólo hay que animarse a emprender en el camino del encuentro personal.
Porque no hay tratamientos mágicos, pero sí terapias efectivas!
Counselor Lourdes Rayson
Técnica en Consultoría Psicológica
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